A este lado de la barra,
mis penas.
Al otro, copas, botellas,
Ella.
Las luces rojas
tocan mi mano,
disimulan el pecado;
soy tan mala persona
como cualquiera
a este lado.
Ella me sonríe, me busca.
Coloca los vasos.
Yo miro mis manos.
Veo las penas, en la copa,
naufragando.
El rojo inunda barra,
local y labios.
Todo lo malo
de cada uno
se funde y nivela.
Ella coge mi mano,
en la suya
y se desvela
también roja.
Miro sus labios.
Es noche de pecado.
Laira Valdi.
Anuncios