Estoy triste,
y vacía
como si en una sola exhalación
se me hubiera quedado el cuerpo sin tripas.
De cuajo.
Estoy triste,
y ridícula,
sin mis tripas.
Aquí donde sufro la ausencia hemorrágica de una palabra vacía y el caudal de alguna herida que no quiere cicatrizar.
Estoy triste,
y vacía
como si en una sola exhalación
se me hubiera quedado el cuerpo sin tripas.
De cuajo.
Estoy triste,
y ridícula,
sin mis tripas.
Coqueteo con las palabras esperando me permitan meterme en su cama, arroparme con ellas las entrañas y, a veces, sólo a veces, romperles las costillas o la espalda. Ver más entradas
No me extraña que te quedes sin tripas cuando en cada palabra te dejas las vísceras. Eres puto gigante, aunque sobre decirlo porque ya lo sabes…
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¡Gracias! Aunque esto lo escribí un poco en broma jeje.
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Da igual, no hay diferencia, en serio en broma… La vida es un jodido chiste al fin y al cabo.
Lo que importa de todo esto es que independientemente del animo con el que escribas la poesía la llevas pegada a la piel.
Y eso
es
muy
grande.
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